Announcement: 22 de marzo Día mundial del Agua
oscar | AnnouncementNaciones Unidas instauró este día 22 de marzo como Día mundial del agua, luego de la Conferencia de Río de Janeiro, Brasil, del año 1992. A partir del año 1993, se vienen desarrollando una serie de eventos con los cuales se pretende poner de manifiesto lo necesario del buen uso de este vital elemento. Nuestra vida y la de todas las especies vivas en este planeta dependen de este complejo de moléculas de oxigeno e hidrógeno. Este líquido precioso del cual la naturaleza se sirve para alimentar su creación está amenazado. Y aquí sí no es posible encontrar defensa alguna del accionar de la raza humana. La increíble desidia con que ensuciamos las fuentes de agua son comparables con agregar a nuestra propia sangre veneno en dosis mortales. Se podría asegurar que no existe un reservorio de agua dulce líquida sobre la superficie planetaria que no haya sido perjudicada por el accionar del hombre. Caminar por la orilla de nuestros ríos es contemplar el oprobio a la vida misma. Basura de todos los orígenes pueblan las márgenes, esperando la creciente que inexorablemente habrá de llevar la mugre al mar. Pequeños arroyos, riachos y nuestros mayores ríos, todos convertidos en transporte de nuestra basura. Inspira una gran lástima esta ceguera que impide ver el daño de tirar nuestros desechos en todas partes y sin el menor cuidado. Desde el industrial que elimina sus residuos enviándolos a los cursos de agua, hasta quién tira un pañal en una plaza, existe una variedad de hechos que hacen incuestionable que el accionar del hombre es peligrosamente irrespetuoso con el Planeta. Hay que pensar que todo, absolutamente todo lo que tiramos sobre la superficie de esta tierra, es finalmente depositado en el mar. El agua y el viento se encargan de que esto sea de esta manera. El desecho del industrial, el pañal del bebé, las botellas plásticas desechables, la suciedad de las veredas, los pesticidas del agro, las colillas del pucho, el vertido cloacal, todo enviado hacia la fuente de nuestro propio recurso vital. Todo favoreciendo en forma alarmante un proceso de deterioro de nuestra propia existencia insensatamente incrementado cada día. Y como no podía ser de otra manera, todavía nos queda el acto más abominable del hombre sobre el hombre, poner el agua como negocio. El agua potable no puede ser una mercancía más en una bolsa de valores, y sin embargo existe una perversa corriente de negocios que propaga brindar agua a quien la pague. Hacer negocios con el agua es negociar con la vida humana y esto solo puede tener cabida en seres despreciables. No es necesario invertir en mejor tecnología, no son necesarios recursos extraordinarios, no es necesario tener incumplibles planes de gobierno para mejorar la calidad de nuestros reservorios de agua. Es simple, muy simple, nada más hace falta que cada uno de nosotros agradezca tener agua y no la devolvamos a la fuente llevando nuestras porquerías. El accionar respetando a la casa que nos transporta, alimenta y cobija, nuestra querida Tierra, es optar inteligentemente por la vida.
Oscar Monjelat
22 de marzo del 2012