Announcement: 22 de abril «Día internacional de la Madre Tierra»
oscar | 22 abril, 2014Desde que en el 2009 la ONU declaró a esta fecha «Día internacional de la Madre Tierra» para concientizar sobre la preservación del medio ambiente, año tras año se ha elegido un tema sobre el cual reflexionar y este año el tópico es «Ciudades verdes». Es un bonito título para una campaña publicitaria, pero pareciera que se está hablando de ciudades de otro planeta. Lejos de pretender volver a las ciudades benevolentes con el medio ambiente, lo que tal vez debería empezar a concretarse y muy rápidamente es la detención del crecimiento de las grandes ciudades que hoy ya son inmanejables. Proyectar mayor capacidad de almacenaje de humanos en medio de cemento y barrotes es, a mi entender, francamente deplorable. Ciudades que pueden ser atractivas por el nivel de comodidad que ofrecen, no son para nada amigables con el entorno natural que las rodea y mejorar su relación con el entorno pensando en seguir haciéndolas mas grandes es delirante. Solo examinemos lo que ofrecen hoy al medio ambiente y a los humanos las grandes metrópolis y hagamos un simple ejercicio de proyección en el tiempo. La increíble cantidad de basura que se genera y los efectos nocivos que acarrea su desmanejo, inconveniente que no se soluciona y será peor. La nefasta cantidad de energía que se derrocha solo por complacer un ocio poco creativo y se sigue construyendo recargando el mismo sistema. El anonimato de sus integrantes, que convierte a quienes las habitan en seres muy parecidos a hormigas y muy lejanos a seres con conciencia. Una contaminación ambiental que degenera progresivamente todo organismo viviente. Un nivel de ruidos que desequilibra en forma constante la psiquis de cualquier habitante. Un nivel de control gubernamental que deja sin vida privada a todos. Las ciudades son un centro de hacinamiento que atrae con falsas premisas a pobladores de zonas que nunca debieran despoblarse. Son precisamente los grandes conglomerados urbanizados dónde el ser humano menos humano es. Se hace preciso contemplar a los centros urbanos desde una óptica que no favorezca la concentración humana, ya que está claramente demostrado que el ser humano cuánto más concentrado se encuentra más dañino es en su accionar. Mucho mejor sería para el medio ambiente, para el Planeta todo y en definitiva para la calidad de vida humana, que se proyectaran pequeños centros poblados, diseminados por toda la superficie planetaria, con generación de basura totalmente reutilizable, con sus propias usinas de electricidad no contaminantes, con sus propias comodidades, sus propias universidades, dónde mirar el cielo y contemplar amaneceres fuera materia de discusión permanente. En fin pequeñas poblaciones que aún no teniendo los lujos de grandes ciudades sean mucho más vivibles, más placenteras y en total buena convivencia con el entorno nativo. Cuándo nos conducen como rebaño es poco probable deleitarnos con las maravillas que tiene esta generosa Tierra. Cuándo nos hacinan es poco probable que el color verde nos lleve a un estado de conciencia más elevado. Saque sus conclusiones y si le es posible prepare su mudanza a un lugar que en vez de ruido y malestar, le ofrezca paz y armonía con su entorno naturalmente verde. Oscar Monjelat