Announcement: 3 de abril del 2014 – 12:00 hs – Muchas señales como para dejarlas pasar por alto
oscar | AnnouncementRosario, 3 de abril del 2014. 12:00 hs – Como un agregado más sobre el gélido invierno boreal, del que hemos visto y leído innumerables publicaciones, ahora se sabe que el Japón soportó el peor invierno de sus últimos 45 años. En estas horas Chile sigue temblando, el centro de Argentina se prepara para recibir lluvias muy abundantes, nuestro sol sigue con llamaradas espectaculares y el campo magnético de nuestro Planeta hace su trabajo de defensa, en tanto el ser humano sigue ciego pretendiendo más negocios. Es imposible adelantarse tan siquiera en minutos a un movimiento telúrico, es poco probable conocer la formación de un tornado a más de unos pocos minutos, los cambios estacionales siguen siendo erráticos, es aún imprevisible la llegada de un asteroide que por su tamaño imponga un gran riesgo a toda la Tierra, sin embargo se continúa en la prédica del mentiroso cambio climático, como el mal de los males que azota a nuestra civilización, otro negociado más en manos de los poderosos de siempre. Un Planeta que no cambia es una roca muerta y gracias a la divinidad el nuestro da señales de estar perfectamente vivo y atento. Parece que lo notorio no siempre es visible, más aún cuándo quienes pretenden no ver son mentes dotadas de un privilegiado estándar de conocimientos inculcados en prestigiosas, renombradas y carísimas universidades que forman normalmente a los líderes mundiales. Vaya contradicción, los más preparados nos han llevado a un estado Planetario ruinoso y hoy pretenden, los mismos que nos arruinaron, brindar las mejores soluciones. Las prácticas desvergonzadas de estos personajes de renombre internacional solo han servido a sus mezquinos intereses, siguen pregonando a viva voz los males que nos esperan y viendo dónde resguardar el dinero que recolectarán. Mal que les pese a estos personeros de la esclavitud, deberán advertir que este Noble Planeta sigue teniendo el control sobre su existencia y las existencias anexadas a su evolución. Cabe preguntarse si todos los pregoneros de la escasez, saben para quién trabaja este Planeta. Para ello es menester apreciar primeramente que el Planeta ejecuta su trabajo a la perfección y sin ningún humano que comande o acompañe esta innegable tarea. Nos quieren hacer creer que toda la llamada creación es para servir al ser humano, terrible mentira que a sido y es usada en beneficio de pocos y mal de muchos. Esta Tierra está al servicio de todas y cada una de las manifestaciones de vida que sobre ella carga, el ser humano es solo una más. Continuamente la Tierra ejecuta procesos de los cuales el humano ni siquiera toma nota.¿ Acaso tenemos, los humanos, una fábrica propia de oxigeno para nuestros pulmones? ¿ Tenemos termo reguladores que controlen y balanceen la temperatura global? ¿Tenemos desalinizadores que nos provean agua dulce para nuestro consumo mundial? ¿tenemos defensas humanas contra los embates de nuestro SOL? A todas estas simples preguntas la respuesta es NO. Podría seguir enumerando las funciones que ejecuta este Planeta pero es innecesario a los fines que se pretende. ¿Alguien se preguntó como es que nuestro organismo se mantiene vivo? En este preciso momento nuestro cuerpo realiza funciones que son absolutamente desconocidas por nosotros mismos, nuestro cuerpo regula temperaturas, realiza complejas alianzas moleculares, monitorea niveles de ácidos, regenera células, elimina toxinas, repara daños y nosotros ni nos damos cuenta. Exactamente igual que nuestra percepción sobre el TRABAJO PLANETARIO. Nadie se entera pero el trabajo se realiza, nadie controla, pero está hecho a la perfección, nadie lo retribuye, pero se da por sentado que las cosas funcionarán. Vamos a suponer que el planeta esté cambiando sus climas, porque esa es otra cosa, el Mundo no tiene solo un tipo de clima, pero supongamos que haya un cambio, la pregunta que cabe y es imperiosa una respuesta es ¿Cuál es el problema? Si se derritieran los glaciares ¿Cuál es el problema? Si el nivel del mar aumenta ¿ Cual es el problema? La respuesta en tan obvia que nunca lo dirán, SI EL PLANETA TIENE EL CONTROL NO HAY NINGÚN PROBLEMA. Porque si sube la temperatura, es simplemente necesario. Si se derriten los glaciares, nuestro Planeta los re ubicará. Si sube el nivel del mar nuevas tierras emergerán. Y así será como ha sido siempre, solo que los perversos intereses de quienes siempre pretenden sacar réditos de las desgracias ajenas no querrán que se divulgue. La Tierra, nuestra única casa, siempre cambiará, lo que no cambia es la conciencia de la humanidad. Resulta indignante que quienes más preparación intelectual ostentan, sean los que diagraman las más perversas mentiras en pos de su enriquecimiento personal. En un Planeta colmado de agua y alimentos, no puede faltarle a nadie agua dulce y comida. Aquí aparece la mala acción de los grupos de poder que solo aspiran a su hartazgo en desmedro de la evolución de su conciencia. Tienen de todo, pero siempre les falta algo. Nada dicen los lacayos de estos seudo humanos, quienes hasta organizan difundidas campañas de mentirosa solidaridad, que con el 1 % de solo una de las fortunas mayores del mundo se acabaría con la desnutrición y con ella la nefasta fábrica de criaturas sin porvenir. Nada dicen sobre el gasto en armas a nivel mundial, gasto que si se invirtiera a favor de la paz tendríamos realizado el sueño del paraíso terrenal , nada dicen de las compañías farmacéuticas que investigan solo para sus propios intereses, nada dicen sobre las estafas de los grupos ecologistas que recaudan por fantasiosos carteles fortunas que solo favorecen las arcas y apetencias de sus dirigentes. Mentira tras mentira, la humanidad se denigra, burla tras burla el hombre se hunde. Mientras tanto el Planeta escuela sigue esperando que surja una promoción que lo aliente a no destruirnos como a una ingrata civilización humana más. El acto más estúpido de un humano es seguir pensando que durará para siempre. Si nada nos llevamos al final de nuestro paso, equivocados vamos si pretendemos cada vez más. Oscar Monjelat